Con gran alegría y jolgorio, henchido el pecho y la respiración entrecortada damos la bienvenida a dos nuevas incorporaciones al sello: GENTE JOVEN y TELETRANSPORTARSE A SORIA. Se unen a un roster que se ha ido renovando durante estos últimos dos años con los fichajes de A Veces Ciclón, The Orchids, Manu Ferrón, El Faro, Umbra Sum o Musel.
Gente Joven era un talent show español de los años 70 y 80. También es el proyecto musical donde Fernando de la Flor vuelca su inquietud por el pop oscuro, las texturas ambientales y los textos en castellano junto a Patricia Magadán (voz) y Pablo Álvarez (guitarra). Nacidos en León durante el verano de 2013, aparecieron en bandcamp con 4 canciones autoproducidas que posteriormente fueron recopiladas junto a otras 4 en su cd de debut I, II, III y IV, publicado por Discos de Kirlian. Los grupos que vienen a la mente cuando los escuchas podrían ser, por citar algunos, Family, The Cure, el Sr. Chinarro de Pequeño Circo, Galaxie 500 o Slowdive. A ellos les gusta denominar lo que hacen como “dream-pop de merendero”. De merendero abandonado. Y a nosotros nos gusta darles la razón desde ya, pero no como a los tontos. La razón de verdad. Como esa verdad que se siente cuando sus canciones te dejan demasiado triste como para tomártelos a broma.
http://gentejoven.bandcamp.com/
La biografía oficial de Teletransportarse a Soria afirma que son “dos señores bastante aseados que odian la piña y la nieve. Además cuenta la leyenda que están fuertemente influidos por el paso del Ebro por Calahorra. También hacen canciones y eso”. Hablando en cristiano, se trata de dos amigos, Pedro de Castro Urdiales y Gonzalo de Madrid, con clara querencia (quién sabe si se trata de un amor por obligación) por el lo-fi, y que podrían recordar a Eric’s Trip, Sebadoh, The Pastels, Little Wings, Guided by Voices o The Microphones, influencias que creen estar en la edad de merecer. Ah, y cantan en castellano, en un fantástico castellano de ciencia ficción. Su primer lanzamiento fue un CD-R autoeditado y confeccionado a mano, de título Bélmez de la Moraleda estábamos nada nada. Desde el momento en el que lo escuchamos quisimos que se teletransportasen a Acuarela.